Webinar Frontal Trust: “Chile al 2024 y su relación con Estados Unidos” con Felipe Bulnes y Sergio Urzúa
El encuentro fue moderado por Luis Felipe San Martín, managing partner de la oficina de Frontal Trust en Miami.
Este viernes 19 de junio se llevó a cabo el cuarto webinar de Frontal Trust, titulado “Chile al 2024 y su relación con Estados Unidos: Tres chilenos, con experiencia en Norteamérica, proyectan los dos países más allá de la pandemia”. El encuentro contó con la participación del economista Sergio Urzúa, profesor asociado del Departamento de Economía de la Universidad de Maryland, y de Felipe Bulnes, ex ministro de Estado y ex embajador de Chile en Estados Unidos, quienes conversaron por mas de una hora con Luis Felipe San Martín, managing partner de Frontal Trust acaba en Miami.
Los tres chilenos, que han desarrollado una parte importante de su carrera profesional y académica en Estados Unidos, abordaron la coyuntura política, económica y social de ambos países, considerando la situación de pandemia que vive el mundo, y proyectaron los diferentes escenarios, de cara al 2024.
Frente a una audiencia que superó las 200 personas, Sergio Urzúa se refirió al proyecto de reforma constitucional que presentó el Gobierno, que faculta al Banco Central para comprar instrumentos de deuda emitidos por el Fisco en el mercado secundario abierto. “Con algo de preocupación he visto que la mejor justificación para la decisión que está tomando el Banco Central pasa por decir que el resto de los países desarrollados lo hacen. Eso me genera dudas porque el Banco Central de Chile es ejemplar en la región, pero no es la Reserva Federal, ya que tiene que estar preocupado del tipo de cambio”.
El economista agregó que “pensar que uno puede hacer cosas para parecerse a los países desarrollados me suena poco serio. Desde el punto de vista técnico no veo la justificación de la medida. Las tasas largas han estado cayendo y no es evidente que exista un problema de liquidez. Desde hace un tiempo el Banco Central dejó de emitir papeles largos, por lo tanto, hay un problema para mover la política monetaria en el largo plazo, que entiendo que es lo que se busca con esto. Un país abierto al mundo no controla las tasas largas. Yo no encuentro fundamento en esta decisión”.
Por su parte, Felipe Bulnes manifestó su preocupación por lo que venía ocurriendo desde octubre, antes de la pandemia, “donde una presión política sucesiva y desorganizada generó la adopción de medidas que fueron incrementando el gasto y no necesariamente atendieron los problemas que había que atender.
Bulnes agregó que hoy, más que nunca, es urgente revisar el gasto social. “Es importante que el sistema político se comporte con responsabilidad y no siga generando presiones sobre el gasto, buscando atender a distintos grupos o factores de interés. Me refiero, por ejemplo, a propuestas como condonar el CAE, que significan un gasto inmenso sobre la mochila fiscal y, por lo tanto, una política errada. No hacia allá donde tenemos que focalizar el gasto. Yo espero que impere la prudencia fiscal; que se entienda que estamos con holguras muy restringidas, de manera que el pacto político entienda que lo importante es reaccionar a las circunstancias extraordinarias por las que estamos pasando”.
El ex ministro también se refirió a la gratuidad en educación, señalando que Chile había empezado a estructurar un sistema inteligente, con becas y créditos, en que la persona solo pagaba en función de su renta, en un porcentaje máximo, según la modalidad de crédito, y que después de cierto tiempo se agotaba la deuda. Además no se cobraba durante el periodo de desempleo. “Producto de sesgos ideológicos terminamos estableciendo la gratuidad de la educación, llegando incluso al 100%, lo que es una política pública desafortunada. Terminamos invirtiendo recursos en circunstancias que se podría haber llegado a una combinación de esfuerzos públicos y privado. Pero ya tenemos la mochila y será muy difícil de saldar. Debemos tener mucha disciplina en cómo gastamos nuestros recursos”.
Tras una hora de conversación, y luego de analizar en profundidad la situación económica y sanitaria de ambos países en tiempos de pandemia, y proyectar las oportunidades que están surgiendo a propósito de la crisis, los tres profesionales llegaron a la conclusión de que la institucionalidad de Estados Unidos es mucho más sólida que la de muchos países del primer mundo, situación que no cambiará con el nuevo orden mundial. Por lo tanto, más allá de la crisis social que hoy afecta a Estados Unidos y de las críticas que despierta la agenda del actual presidente, Donald Trump, el país sigue siendo una plaza segura e interesante para invertir.